Templo Parroquial, portada s.XII, Panizares (Burgos).
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Sea nuestra presentación esta portada, partida por la mitad y tapiada, como ejemplo del estado en que se halla una parte significativa del románico de Iberia. Cierto es, que existe una creciente toma de conciencia por parte de grupos entusiastas, quienes, en la medida de sus posibilidades, presionan a las autoridades "competentes" para que realicen labores de restauración y conservación. Pero eso no basta. A pesar de algunos logros concretos, no es suficiente.
Mientras un solo edificio románico esté en peligro, tendremos que protestar, llorar y patalear, hasta que nos hagan caso. ¡Agradecemos lo ya hecho, por supuesto! ¿Pero, por esa razón, nos abstendremos de reclamar lo que queda por hacer?
Los monumentos medievales son un eslabón de la cadena histórica, pero, sobre todo, forman parte del entramado de raíces que forman esa historia y nos anclan a la Tierra -con mayúsculas-. No pretendemos decirles a las "cabezas pensantes", que nos gobiernan, cual es su obligación para con las raíces de todos, pero a nadie se le escapa que con más voluntad de hacer y más organización, es posible optimizar los recursos de las administraciones para atender la salud de nuestro románico.
Sin embargo, no nos engañemos. Es imprescindible, no sólo la voz de los directamente interesados, sino la de todos nosotros, los espectadores del desastre. Es necesario vocear, gritar, hasta desgañitarnos, alborotar cuanto más mejor, para que se nos oiga y se nos haga algún caso.
Nuestras fotos y nuestros párrafos, quieren sumarse al griterío, al alboroto, de aquellos que vocean para ser oídos, por alguien que se decida a proteger las raíces comunes que otros pisotearon, por ignorancia, malicia, incompetencia, o desidia.
Aquí no acusaremos a nadie, cada cual sabe cuales son sus deberes y competencias, cada cual sea responsable de sus acciones u omisiones. Únicamente señalaremos con el dedo, los pequeños y grandes desafueros que a cada paso contemplamos, mientras peregrinamos por el laberinto de los caminos románicos.
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Sea nuestra presentación esta portada, partida por la mitad y tapiada, como ejemplo del estado en que se halla una parte significativa del románico de Iberia. Cierto es, que existe una creciente toma de conciencia por parte de grupos entusiastas, quienes, en la medida de sus posibilidades, presionan a las autoridades "competentes" para que realicen labores de restauración y conservación. Pero eso no basta. A pesar de algunos logros concretos, no es suficiente.
Mientras un solo edificio románico esté en peligro, tendremos que protestar, llorar y patalear, hasta que nos hagan caso. ¡Agradecemos lo ya hecho, por supuesto! ¿Pero, por esa razón, nos abstendremos de reclamar lo que queda por hacer?
Los monumentos medievales son un eslabón de la cadena histórica, pero, sobre todo, forman parte del entramado de raíces que forman esa historia y nos anclan a la Tierra -con mayúsculas-. No pretendemos decirles a las "cabezas pensantes", que nos gobiernan, cual es su obligación para con las raíces de todos, pero a nadie se le escapa que con más voluntad de hacer y más organización, es posible optimizar los recursos de las administraciones para atender la salud de nuestro románico.
Sin embargo, no nos engañemos. Es imprescindible, no sólo la voz de los directamente interesados, sino la de todos nosotros, los espectadores del desastre. Es necesario vocear, gritar, hasta desgañitarnos, alborotar cuanto más mejor, para que se nos oiga y se nos haga algún caso.
Nuestras fotos y nuestros párrafos, quieren sumarse al griterío, al alboroto, de aquellos que vocean para ser oídos, por alguien que se decida a proteger las raíces comunes que otros pisotearon, por ignorancia, malicia, incompetencia, o desidia.
Aquí no acusaremos a nadie, cada cual sabe cuales son sus deberes y competencias, cada cual sea responsable de sus acciones u omisiones. Únicamente señalaremos con el dedo, los pequeños y grandes desafueros que a cada paso contemplamos, mientras peregrinamos por el laberinto de los caminos románicos.
3 comentarios:
Cuando pases por Segovia,no te pierdas la iglesia de Sequera de Fresno,llena de cables y con una de las puertas medio tapiadas.Tiene unos canecillos muy interesantes.Y luego desde allí y por la carretera que lleva a Riaza,a mano derecha encuentras la ermita del Cristo del Corporario en un pueblo llamado Castiltierra.Cuando lo veas me comentas.mila
tenías que ver la Iglesia de Sequera de Fresno(segovia)llena de cables y con una puerta medio tapiada.También la iglesia del Cristo del Corporario en Castiltierra,que tiene una magnífica ventana tapada con rejas.Creo que tengo fotos.Cuando aprenda a mandarlas te las envío si quieres
Conozco ambos templos, que fotografié hace algunos años, son dos ejemplares magníficos y es una pena que no estén mejor conservados. Recuerdo lo de la puerta norte, tapiada, en Sequera y la ventana absidal, enrejada, en Castiltierra. Aquí tuve que hacer filigranas para poder sacar la foto del capitel, con dos pájaros que se pican las patas, porque la reja apenas permite ver la escultura. Cuando vuelva a pasar por allí, tomaré nota de su estado para incluirlas en el blog. Y ojalá que ya no sea necesario hacerlo.
Salud y fraternidad.
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