Templo de San Esteban, fachada sur, 1188, Moradillo de Sedano (Burgos).
Templo de San esteban, portada sur, Moradillo de Sedano (Burgos). La presunta "amabilidad" del cartel, está bien lejos de la realidad si os ven con una cámara en las manos.
.No temo equivocarme, si afirmo que éste es el cartel más temido por los amantes del románico. Un cartel que hace tambalearse nuestra espiritualidad y preguntarnos: ¿Odia Dios a los fotógrafos? Porque sabemos de cierto, que tras de él hay siempre alguien dispuesto a hacer cumplir lo que prohibe. Las más de las veces, basta una simple mirada del guardián, o guardiana, del templo para que desistamos de intentar burlar el aviso. Otras veces, es un leve gesto de amenaza efectuado con la cabeza, o con la llave que portan en la mano. Y, en última instancia, puede ser una agria recriminación verbal por nuestra obstinación en hacer oídos sordos a lo que es inapelable. Hay vigilantes firmes pero correctos, o amables al par que inflexibles, que siempre afirman seguir "órdenes expresas", bien del párroco, bien del mismísimo obispado, aunque ignoran saber a qué lógica obedecen. Pues, ellos, tampoco comprenden que mal hace a la piedra desnuda una fotografía. Por desgracia, hay otros personajes, "integristas radicales", que hacen de esta cuestión dogma de fe. No sólo ejercen de gendarmes disuasorios, también hacen apostolado militante de la prohibición, y emplean sin pudor una prepotente grosería para hacer cumplir lo que creen su "sagrada labor": impedir la toma de cualquier fotografía, porque dicho acto sólo puede tener una inspiración satánica. Si por ellos fuese, cualquiera pillado con una cámara en las manos iría derechito a la hoguera. Ad maiorem gloria Dei.
Si estos "Domini canes", estos "perros de dios", y quienes los azuzan, empleasen iguales energías en conservar y restaurar los templos, que nos prohiben fotografiar sólo por el placer de hacerlo, otro gallo le cantara al patrimonio románico celtibérico.
A quien corresponda, exigimos dedique sus mastines a labor más provechosa. Los fotógrafos no son maleantes, mientras no se demuestre lo contrario. "Personas", como las que impiden este trabajo en Moradillo de Sedano, donde te niegan hasta la posibilidad de fotografiar el exterior de la portada, bajo amenaza de denuncia ante la Guardia Civil, deben ser jubiladas o destinadas a otras labores, sin trato con el público. Por lo pronto, a sus amos los colocamos en la picota, bien aherrojados al cepo, por ignorantes o maliciosos, ya que solo eso explicaría su intransigencia fotográfica. Y solicitamos a toda persona de bien, los desprecie con su indiferencia.
A quien corresponda, exigimos dedique sus mastines a labor más provechosa. Los fotógrafos no son maleantes, mientras no se demuestre lo contrario. "Personas", como las que impiden este trabajo en Moradillo de Sedano, donde te niegan hasta la posibilidad de fotografiar el exterior de la portada, bajo amenaza de denuncia ante la Guardia Civil, deben ser jubiladas o destinadas a otras labores, sin trato con el público. Por lo pronto, a sus amos los colocamos en la picota, bien aherrojados al cepo, por ignorantes o maliciosos, ya que solo eso explicaría su intransigencia fotográfica. Y solicitamos a toda persona de bien, los desprecie con su indiferencia.
4 comentarios:
Estimado Alkaest:
No puedo menos que corroborar todo lo que comentas en tu post. Los amantes del románico debemos muchas veces enfrentarnos a situaciones en las que salimos equiparados a semidelincuentes, por no obedecer una prescripción absurda y arbitraria. En dos ocasiones me encontré con negativas firmes y rotundas; una en Roda de Isábena, por la guía que nos conducía por el templo; y en otra por un altivo sacerdote en Sos del Rey Católico. Otras veces, como en San Martín de Elines, el sacerdote nos animaba a fotografiar lo más interesante mientras se deshacía en explicaciones y dejaba que nos inundáramos de la pasión que él sentía por el templo que amorosamente custodiaba. Comportamientos diferentes para cataduras personales diferentes. Yo por mi parte, tras muchos encuentros desagradables he dedidido optar por la desobediencia civil, y fotografiar el capitel y al perro guardián si se tercia.
Aprovecho la ocasión para felicitarte por el blog, y para felicitarme por haberlo encontrado.
Jesús.
blade_runner.blogia.com
lo de Roda de Isábena no tiene nombre.Nos quedamos sin ver las pinturas murales ,la guia no nos las enseñó estaba más preocupada de que fueramos a comer al nefasto restaurante que en trabajar en lo suyo.No nos dieron de comer.Nos "echaron"de comer.Que lástima de reutilización de un comedor tan precioso.mila
si bien es cierto e incomprensible la fijación de estos presuntos custodios del arte, para evitar que nosotros pobres infieles seamos considerados aptos para realizar fotografía alguna, deberíamos tener cierta acreditación...¿Que acreditación? una inexistente pero valida, dependiendo del rasero o intelecto que tengan dichos custodios. En algunos casos la simpatía, en otros la procedencia, en los más casos de parte de quién venimos. Esto abre infinidad de puertas a la hora de realiza nuestras fotografías. En Moradillo de Sedano, ya no esta la entrañable anciana que custodiaba las llaves falleció el 26 de diciembre del año pasado, ahora en periodo estival es su hijo Angel es quien realiza esta labor, que nos abre las puertas y deja realizar fotografías siempre y cuando comentemos que estamos realizando un estudio para cierta universidad y que se hará una maravillosa publicación.
Vaya, algo hemos ganado. Al menos ahora, con una "mentira piadosa" podremos hacer fotos en Moradillo.
Creo que la cosa debería ser al revés. Los "presuntos" custodios, de las llaves, deberían estar acreditados para tal cargo. Con un "master" en sociabilidad y trato al público, amén de un exámen sicológico en profundidad.
Y por encima de ellos, sus patronos, su amos y señores, deberían acreditar una estabilidad mental que les hiciera dignos guardianes de lo que no tiene precio.
Salud y fraternidad.
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