martes, 24 de febrero de 2009

¡Me lo copia cien veces!

Junto a los ricos templos de San Miguel y San Esteban, la localidad berciana de Corullón (León) cuenta además con el modesto San Fiz. Es, sin embargo, un buen ejemplar de románico rural, ss.XII-XIII, que no carece de elementos destacables, a pesar de saqueos y destrozos varios. No obstante ha sido restaurado, al par que señalizado. Sin embargo, de dicha señalización solo podemos decir una cosa: ¡Es una vergüenza! O mejor, un par de cosas: ¡Un robo y una vergüenza!
.
El fabricante del cartel informativo, por el que habrá cobrado sus buenos dineros, no ha empleado los mejores materiales, ya que la capa de pintura se ha levantado, y el metal, al carecer de protección, presenta numerosos puntos de óxido. No ha de durar muchos inviernos más, sobre todo con el clima del Bierzo.
A tan mala calidad material, hay que añadir su mala calidad “intelectual”. Quien escribió este panel, el operario que lo hizo en el taller, digo, fue cuando menos negligente, pues se le colaron dos “gazapos” brutales. Y, seguramente, a su jefe o supervisor le pasaron inadvertidos tales “gazapos”, porque no queremos pensar que una vez descubiertos los coló de “matute”. Claro, que si lo hizo, debió ser con la cómplice estupidez del funcionario que los encargó, pues o bien no los revisó según se los entregaron, o bien no descubrió las faltas por incultura manifiesta.
.
Pasen, pasen y vean los “gazapos” triscar por los prados del texto escrito:
Su planta es de una sola nace rectangular”, (debería decir “nave rectangular”).
Alero con cornisa sobre medillones sencillos”, (debería decir “modillones sencillos”).
¿Qué cultura es la que intentamos difundir, con estupideces como la presente? ¿Así pretenden, los organismos encargados de ello, educar a los ciudadanos para que amen el patrimonio?
Pero claro, estos carteles se han pagado con dineros públicos, o sea, de nuestros impuestos, por lo cual el administrador de los mismos, es, además de torpe, un mal administrador al que parece no importarle como se gasta un dinero que no ha salido de su bolsillo.
Y si alguien piensa que hay problemas más serios, para el patrimonio, que unos cuantos gazapos en los carteles informativos, tendré que darle la razón. Pero también será bueno que las “autoridades competentes” reflexionen, sobre la sospechosa abundancia de carteles con “gazapos”, porque si consentimos el desprecio de los pequeños detalles, no deberá extrañarnos luego que se desprecien también los grandes. Como decían nuestras abuelas: “Bien está lo que bien parece”.
.
A quien corresponda. Haga un curso acelerado de gramática de la lengua castellana –porque de Gramática Parda, ya sabemos que va usted bien servido-, inspeccione a las empresas encargadas de elaborar los carteles, que para eso cobran sus buenos dineros, es decir, nuestros buenos dineros, y mándeles rectificar. Si no lo hiciere, vaya a picota y cepo, para que durante su estancia y arresto, nos copie cien veces los textos incorrectamente redactados, de los paneles informativos, monumentales, de toda Celtiberia.
.
Salud y fraternidad.

lunes, 9 de febrero de 2009

La “Cenicienta” de Caracena.

El pueblo de Caracena (Soria), es conocido por su templo de San Pedro y la preciosa galería porticada que atesora. Pero allí hay otro templo románico, el de Santa María, un hermano pobre al que pocos visitan.
Y se comprende el por qué, nadie se ha molestado en restaurarlo aunque si en injuriarlo. Sus muros enfoscados, no invitan a la aproximación. Sin embargo, si venciendo el prejuicio estético nos llegamos a él tendremos una agridulce sorpresa. Porque el edificio, a pesar de los destrozos, abandonos y saqueos, conserva todavía algunos elementos que denotan la riqueza que debió poseer. Y la riqueza que, de seguro, todavía oculta bajo capas de yesos y encalados.
.
La sencilla portada sur, ha sido cobijada bajo un artificioso y rústico porche, para lo cual se han tapado parte de sus arquivoltas y columnas. Ello estropeó la portada, pero no impidió que los amigos de los ajenos “afanasen” los capiteles figurados. Eso sí, se supone que el porche ha protegido la portada del clima...
.
En el ábside, enfoscado como todo lo demás, se abre una magnífica ventana, con capiteles de animales fantásticos, que sólo por las primorosas arquivoltas, de entrelazos, ya merecería una cuidadosa conservación. Sin embargo, una grieta ha partido el muro, separando los sillares, como un aviso sobre la ruina que viene.
.
La portada norte, la más rica del templo, ha sido cegada con sillares, ya que da al cementerio. Antaño tuvo también su porche “protector”, pero ahora solo muestra los mechinales de las vigas que lo sostuvieron antes de hundirse. Y, como no, diversas lápidas y cruces han aprovechado justo esta zona para reposar recordando a los vecinos que ya no están.
El edificio, guarda todavía algunas otras piezas arquitectónicas interesantes, pero permanecen escondidas. Quizá salgan a la luz, cuando la ruina del templo se haga realidad y los muros, al derrumbarse muestren aquello que los siglos y las gentes ocultaron.
.
A quien corresponda. ¿Tendrá que venirse abajo este templo, sin haber sido restaurado, para que los lamentos del personal le muevan a hacer algo en su favor? La lógica mercantil dice, que es en beneficio de los habitantes del lugar que aquí existan dos monumentos románicos, en lugar de uno, pues ello representará más atractivo turístico. Y usamos tal argumento monetario, por ver si eso le mueve a actuar, ya que los argumentos puramente culturales parecen hacer escasa mella en su determinación de ignorar la triste realidad de tantos y tantos monumentos. Si aún así no hiciere nada, sea condenado a picota y cepo por tiempo indefinido.
.
Salud y fraternidad.

martes, 3 de febrero de 2009

“Por san Blas, la cigüeña verás...”

Villanueva de la Torre, es sólo una pedanía de Barruelo de Santullán (Palencia), al norte de Aguilar de Campoo, pero en el medievo tuvo cierta importancia, como delatan el magnífico templo románico de Santa Marina, del s.XII, diversas casas solariegas con escudos heráldicos, y la cercana torre defensiva. Además, desde 1175, la villa perteneció al Monasterio de Santa María de Aguilar, durante varios siglos.
Si subimos a la torre del templo, desde el cuerpo de campanas divisaremos, hacia el sur, el torreón defensivo que, al menos en su actual estado, no datará de más allá de mediados del s.XIII, aunque se asiente sobre una edificación anterior. Poseyó un foso perimetral de protección, como se adivina por los restos conservados, así como barbacana que le permitía defender el acceso de la planta baja.
.
Durante siglos, la torre ha sufrido sucesivos desmochamientos y recrecidos, que la privan hoy de una estampa más airosa, por haber perdido las hiladas superiores de sillares, con sus almenas, a pesar de lo cual aún alcanza los 15 metros de altura. De planta cuadrada, debió tener cuatro pisos separados por techumbres y suelos de madera, en los intermedios se abren sendos vanos, uno de los cuales tiene indicios de haber sustentado un cadalso. El torreón, guarda muchas similitudes con el existente en el vecino Rebolledo de la Torre (Burgos), junto a otro templo románico.
.
Actualmente es propiedad particular y está “bajo la protección” de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Hablando en plata, que está abandonada a su triste suerte. Así las cosas, la torre se desmorona lentamente, pero dentro de un “marco legal”. Su interior está colmatado por los derrumbes de las plantas superiores, varias grietas crecen a lo largo de sus muros. El día menos pensado, todo vendrá al suelo y entonces allí serán los lamentos, las críticas, el arrojarse las culpas unos a otros. Entre tanto, sobre sus descuadrados sillares todavía anidan las cigüeñas del refrán: “Por san Blas, la cigüeña verás. Y si no la vieres, año de nieves”.
.
Por lo que pueda pasar, no hagan caso de las guías al uso, que proclaman el “libre acceso” a la torre. Pues al menor descuido, les pueden caer encima algunos sillares o, en el mejor de los casos, una generosa ración del “guano” que derrama la colonia de cigüeñas que ha ocupado sus almenas...
.
A quien corresponda: Mande ya, sin tardanza, recuperar y restaurar la Torre Fuerte de Villanueva, no sobran tantas fortificaciones en la zona como para permitirnos perder otra más. Si no lo hiciere, sea llevado a picota y cepo, o mejor aún, aherrojado a los muros de la ruinosa torre, expuesto a la lluvia de guano de las simpáticas aves zancudas, por tanto tiempo como tarde en avenirse a razones.
.
Salud y fraternidad.

jueves, 22 de enero de 2009

"Este galapaguito, no tiene mare..."

Santa Cruz de Retorta, ss.XI-XII (Concello de Guntin, Lugo).
.
La pequeña joya, que es el templo gallego de Santa Cruz de Retorta, tenía un “defecto”. Al menos, para los habitantes del lugar que ya lo han subsanado...
Cuando lo visitamos, una amable y simpática vecina, se ofreció a enseñarnos aquello de lo que todos se sienten tan orgullosos. Un edificio románico que, “figúrense ustedes si es de mérito, que han venido hasta señores de la capital para estudiarlo”.
Abstraídos por las explicaciones de nuestra improvisada “guía rural”, sobre los tímpanos, el ábside, apenas reparamos en una especie de gran “macetón” que, conteniendo un arbusto, descansaba junto a la portada norte por la que nos introdujimos al templo.
.
No obstante, al salir, fijamos nuestra mirada en aquel extraño recipiente de piedra, con su borde perfectamente labrado. Aquello parecía... ¡Una pila bautismal románica! Preguntamos a la afable vecina, la cual confirmó nuestras sospechas. Se trataba de la pila del templo. Le expresamos nuestro asombro, porque tal joya se encontrase sirviendo de macetón. Y su sencilla explicación fue: “Es que estaba junto a la puerta de entrada, y como el templo es algo estrecho, estorbaba a la hora de entrar y salir. Así que la quitamos y se puso otra más pequeña, ahí también está muy bonita”.
Si que está bonita, arrinconada, llena de verdín, como un galápago adormecido.
.
"Este galapaguito
no tiene mare;
lo parió una gitana,
lo hechó a la calle..."
(Federico García Lorca, Nana de Sevilla).
.
A quien corresponda: ¿Puede dejarse, al capricho del personal, arrinconar una pieza de esta categoría? Y no solo arrinconar, sino dejar a la intemperie, tras convertirla en vulgar tiesto, expuesta a las tentaciones del primer “aprovechado” que le eche el ojo y las zarpas encima.
Resuelva el caso, a la mayor brevedad posible, o si no sea condenado a picota y cepo, expuesto al público oprobio y a los hechizos de las “meigas”.

.
Salud y fraternidad.

martes, 20 de enero de 2009

¡Si tu memoria no fue aliento mío...!

.
¿Córdoba, Patrimonio de la Humanidad o de la “Urbanidad”? Esta pregunta nos ronda, desde que decidimos recorrer los monumentos medievales, de la ciudad califal, y comprobamos cómo se preocupan los munícipes locales por el “urbanismo” del casco histórico. Como muestra, valgan dos botones.
.
Primer botón.
El templo románico-gótico de San Pedro, como otros de la ciudad, está sitiado por señales de tráfico verticales. Bien verticales y bien visibles:
prohibido aparcar”, “detenerse”, “estacionar”, “reservado”. Así, como indicadores de “aparcamientos cercanos”. Para postre, un precioso reclamo luminoso de “Farmacia” se nos cuela ante el objetivo, en primerísimo plano.
Bien está, que quiera defenderse el patrimonio cultural y cuidar su entorno de agresiones automovilísticas, con fines turístico-económicos, o los que mejor parezcan al consistorio municipal. ¿Pero no habría manera de situar las señales de forma menos agresiva para los monumentos?
.
Segundo botón:
En la fachada sur del mismo templo, ante la portada de ese lado, si que dejan aparcar: ¡A los cubos de basura! Perdón, “contenedores de residuos urbanos”. Unos contenedores, presuntamente compatibles con el entorno, para los que se ha habilitado el correspondiente hueco en la acera. ¡Luego, están ahí de manera intencionada, “oficial” y “legal”!
El caso es que, tan sólo pocos metros más allá, pasado el ábside, existe espacio más que suficiente para colocar los tan necesarios contenedores, sin necesidad de afear los muros del templo. Porque, por mucho que en el ayuntamiento presuman de “diseño”, los contenedores afean. Sobre todo, cuando están tan llenos que, los vecinos, se ven obligados a depositar sus bolsas de basura al lado de los mismos.
.
“¡Córdoba para morir!
Y loca de horizonte
mezcla en su vino,
lo amargo de don Juan
y lo perfecto de Dioniso”
.
(Federico García Lorca, Poema del cante jondo).
.
A quien corresponda: Menos presumir de lo que presume, menos dárselas de lo que se las da, y más respetar la memoria histórica de esta ciudad, que fue crisol de culturas y faro intelectual cuando en otros lugares, de cuyo nombre no quiero acordarme, todavía se consideraba pecado bañarse. No continúe insultando nuestra inteligencia, con falsos postulados “transpostmodernistas”, recapacite y devuelva al casco histórico su historicidad. En caso contrario, vaya a picota y cepo, hasta que el Guadalquivir vuelva a ser navegable a su paso por la ciudad de los califas.
.
Salud y fraternidad.

domingo, 18 de enero de 2009

Del árbol caído, todos hacen leña... y del templo caído, cantera.

Como la etimología de su nombre indica, el lugar de Brías (Soria), fue asentamiento celtíbero. Junto a el, pasaba una calzada romana, a cuyo lado se alzó, a principios del s.XII, un templo, que recibió la advocación de Nuestra Señora de la Calzada, en el cual se veneraba la imagen románica del mismo nombre.
.
Cuando en 1690 se levantó la actual parroquial, de San Juan, sobre las ruinas de otro templo románico. La Virgen de la Calzada fue llevada a este nuevo edificio, barroco, y su antigua morada quedó rebajada a la humilde condición de ermita de la Soledad, título que le cuadraba bien por el entorno en que se halla. Pasaron siglos, de guerras, abandono y olvido, cayó su bóveda, se saqueó su piedra. Luego, el solar vacío entre sus muros, fue aprovechado como cementerio.
.
Hasta que, modernamente, cuando en otros lugares los templos románicos se atosigan de tumbas que los invaden hasta deformarlos, aquí se vació el cementerio y se trasladó a lugar más apropiado. ¿Sirvió esto para restaurar el templo o prestarle algún tipo de atención? Nada de eso, quedó abandonado a su triste suerte, tan triste como la de aquellos difuntos que ya no tenían familiares que los reclamasen y por ello sus huesos quedaron allí, tan abandonados como las ruinas románicas.
.
Pero no a todos les importaba tan poco este monumento, hubo algunos “interesados” que, con premeditación, nocturnidad y alevosía, aprovecharon para “rescatar” algunas columnas y un capitel, que representaba sirenas de doble cola las cuales, los simbólicos personajes, recogían con sus manos. Algún coleccionista, las estará disfrutando en su mansión.
.
Quizá no les dio tiempo a más, o consideraron que los otros capiteles carecían de importancia, por eso todavía podemos contemplar alguno en esa portada que amenaza venirse abajo en el momento más inesperado. El peso del muro la ha deformado, sus dovelas han cedido, abriéndose, hasta dar la sensación de que el arco, en lugar de medio punto, es carpanel.
.
El resto de los muros van cediendo al paso del tiempo y los elementos, la vegetación circundante come poco a poco el terreno, sube por las paredes y lo invade todo. Entre la espadaña y los árboles cercanos, las plantas trepadoras forman ya un túnel, tapizan la nave, se comen el ábside por dentro y por fuera.
.
Pronto ni siquiera podrán verse los magníficos capiteles del arco triunfal, con sus escenas de juglaría, sus caballeros y esa original Nuestra Señora de la Calzada. Muy pronto, las raíces de la hiedra cuartearán la piedra, la disgregarán y todo volverá al seno de la Madre Tierra, del que surgió.
.
A quien corresponda: Ponga pronto remedio a tanta ruina y desolación, mande afianzar las ruinas, como primera providencia, no consienta que un templo tan bello se pierda en el olvido. Si no lo hiciere, sea condenado a picota y cepo, hasta que la mágica Sima de Brías y la Dama encantada que mora en ella, rompan su hechizo...
.
Salud y fraternidad.

domingo, 4 de enero de 2009

El “Monte del Destino”

En medio de las suaves lomas sembradas de cereal, surge de pronto un lejano promontorio rocoso. Es el pétreo guardián fronterizo, sito entre La Rioja, Álava y Burgos.
Estos impresionantes colmillos de dragón, que son el risco de Cellorigo (La Rioja), conocido como “Peña Luenga” (914 m), albergó durante muchos siglos un castillo inexpugnable que custodiaba el cercano portillo de la Hoz de Morcuera, en los Montes Obarenes. Primero sirvió de puesto avanzado para las tropas musulmanas, que empujaban a los visigodos hacia el norte. Luego, cuando éstos lo reconquistaron, hacia mediados del s.IX, fue bastión para frenar las incursiones musulmanas hacia La Rioja Alavesa. Junto con el de Pancorbo, que defendía el paso a La Bureba castellana, fueron bastiones imprescindibles en los duros años de razzias cordobesas y toledanas.
.
Cuando, hacia 1065, Fernando I asentó su poder sobre Castilla, entregó la estratégica fortaleza de Cellorigo a don Rodrigo Álvarez, abuelo del Cid. Y tanta fama tuvo que, en 1372, Enrique II dispuso que el castillo de Cellorigo figurase en el blasón de la ciudad de Burgos.
Aquí, los ejércitos se encontraron y destrozaron, durante varios cientos de años. Todavía hoy, cuando los labradores trabajan la tierra, suelen aflorar en los surcos restos herrumbrosos de las armas que, durante más de tres siglos, entrechocaron las tropas musulmanas y cristianas. Sin embargo, del poderoso castillo, apenas quedan entre la tupida maleza irreconocibles vestigios, de sus otrora inexpugnables muros. Aunque en el pueblo sobreviven dos torre medievales, quizá de los siglos XII-XIII, probables restos de las murallas urbanas.
.
La villa crecida a su protectora sombra, llegó a ser próspera y debió tener una importante judería, pues en 1174 se nombra a Cellorigo como “castellum iudeorum”.
El templo parroquial, de San Millán, data del s.XV, -con sacristía del XVIII-, levantado sobre uno románico precedente del que no quedan restos.
En 1040 hay constancia de la existencia de un Monasterio de San Pelayo, en Cellorigo, que aparece de nuevo en documentos posteriores relacionados con Silos. Debió ser un pequeño cenobio, pero todo ha desaparecido, aunque en el lugar conocido como “Santa Muchacha” existe un cementerio medieval que pudo pertenecerle.
.
Queda sin embargo la ermita de Nuestra Señora del Barrio, del s.X, con reformas del XII, en las que se conservaron el ábside recto y una portada con arco de herradura, del primitivo edificio visigótico. Además, en la parroquial, se conservan dos capiteles mozárabes, de temática vegetal, procedentes de la arruinada ermita.
.
Este enclave, como "Lugar Sagrado", no surge de la nada en el medievo. Antaño hubo aquí un castro celta, y quedan por los contornos restos dolménicos, como testigos mudos del temor reverente que estas peñas suscitaban en los pueblos que se asentaron bajo su sombra protectora. La dominación romana no borró ese sentimiento espiritual, simplemente lo sincretizó, operación repetida por los visigodos.
.
Por desgracia, tales sentimientos no tuvieron continuidad en tiempos recientes. El templo visigodo-mozárabe sufrió los vaivenes de la historia, pero fue restaurado durante el periodo románico y empleado, como santuario de Nuestra Señora, durante muchos siglos. Luego, el abandono, el olvido y el desprecio dieron con sus piedras por el suelo.
.
Donde los celtíberos veneraron las Deae Matres, los romanos la Magna Mater, y quienes vinieron luego a Nuestra Señora, reinan ahora las zarzas y arbustos del monte. El templo se deshace y vuelve al seno de la Madre Tierra, para quien fue levantado...
.
En la parroquial, alguien, con mejores intenciones que medios, guardó dos capiteles del templo mozárabe, quizá del arco de herradura que sobrevive en el muro norte, o de alguna portada ya perdida. Estos pobres restos, nos hablan de un edificio de cierta entidad que hubo de tener una regular importancia.
.
[Las fotos de los capiteles mozárabes debemos agradecerlas a la magnífica página de internet, sobre románico riojano:
a cuyo autor hemos solicitado permiso para reproducirlas].
.
A quien corresponda: ¿Permitirá que un edificio de tan larga tradición, e intensa historia, desaparezca convertido en polvo? ¿Es posible que le importe tan poco el sentimiento espiritual, que en esta Peña de Cellorigo se manifiesta, llámese Madre Tierra o Nuestra Señora?
Si no pone pronto remedio a tanta ruina y desolación, sea condenado a picota y cepo, hasta que los riscos de Cellorigo se desmoronen y conviertan en lisa llanura.
.
Salud y fraternidad.

viernes, 19 de diciembre de 2008

¡Feliz solsticio de invierno!

¡Que el nuevo ciclo solsticial despierte la conciencia de "Quien Corresponda", para que la picota y el cepo caigan en desuso! ¡Con nuestros mejores deseos, para que la Madre Tierra sea favorable a todos!
.
Salud y fraternidad.

lunes, 15 de diciembre de 2008

“La conjura de los necios...”

En la muela rocosa, sobre la que se alza Balaguer (Lleida), conocida como el Pla d’Almatà [del árabe: lugar fuerte, protegido], se edificó la alcazaba musulmana y la mezquita aljama. Cuando la ciudad fue reconquistada, hacia 1105, en el emplazamiento del templo musulmán se levantó uno cristiano: Santa María d’Almatà, en honor de la patrona del lugar, la Mare de Dèu del Miracle.
De esta imagen que, dicen, era una Virgen Negra, aunque el original se ha perdido, cuenta su leyenda que fue encontrada por una musulmana. La mujer labraba un huerto, que había pertenecido a unos judíos, y con un golpe de azada sacó la imagen a la luz. Para quitarle la suciedad, la sumergió en el pozo, cuyas aguas adquirieron, al instante, poderes curativos.
Este templo, erigido como parroquia mayor, era el más importante de Balaguer y un centro de peregrinación para la comarca, por lo que sufrió algunas reformas y ampliaciones en el s.XIII, aunque conservó su estructura románica.
.
Sin embargo, en 1351, al trasladarse el centro de la población a la parte baja del cerro por el aumento de sus habitantes, la sede parroquial y la Mare de Dèu del Miracle fueron trasladadas al nuevo templo de Santa María “lo Campanar” (1351-1558). El viejo templo de Santa María d’Almatà, despojado de su principal atractivo, la Virgen Negra, fue convertido en capilla del Monasterio de Clarisas.
Hacia primeros del s.XV, para salir de la decadencia y recuperar el protagonismo, se convirtió el viejo templo en santuario del Sant Crist. Una imagen del crucificado, cuya leyenda parece sospechosa adaptación de la típica de una Virgen Negra: El cristo es comenzado por Nicodemo, en Jerusalén, aunque el rostro es obra de los ángeles; queda sepultado en el sótano de una casa, en Beirut, que compra un judío, el cual se convierte al ver sangrar la imagen que acaba de apuñalar. Cuando llegan los musulmanes, arrojan la imagen al mar, y navegando sobre el Mediterráneo llega a remontar el Ebro, luego el Segre, para detenerse ante Balaguer.
.
La imagen no consintió ser sacada del agua, hasta que la priora de las Clarisas se acercó y la tomó en sus brazos. Así, este cristo del s.XV ocupó la que fuera casa de su madre, en el Pla d’Almatà, para dar nuevo esplendor al lugar.
En 1617 empezó a construirse el nuevo templo, para albergar al Sant Crist de Balaguer, cuya devoción barroca pronto había superado a la medieval de la Virgen Negra. A lo largo de los siglos, el edificio sufrió reconstrucciones diversas, por causa de guerras y revoluciones, hasta que en 1920 adquirió su forma actual. Todo ello causó la práctica desaparición de los elementos románicos del primitivo templo, tan sólo se salvó la que fue su fachada occidental, con un bello rosetón y una sencilla portada. Además de parte de la nave, con bóveda de medio punto, y una capilla lateral.
.
En 2007, la Generalitat de Catalunya ha declarado el yacimiento arqueológico del Pla d’Almatà, Bien Cultural de Interés Nacional. Porque se trata de un yacimiento andalusí, único en Cataluña. Y eso está muy bien.
Sin embargo, los restos románicos de Santa María, sitos pocos metros más allá, parece que carecen de valor para las autoridades "competentes". Están abandonados a su suerte, a su mala suerte. La puerta tapiada, sus sillares carcomidos por la erosión. El precioso rosetón, cegado, cayéndose a pedazos. ¿Un castigo de la Virgen Negra, por haberla desalojado de su santuario?
.
A quien corresponda: Sea usted condenado a picota y cepo, por el abandono y dejación a que ha sentenciado estos restos románicos. Sin remisión de pena, hasta que no los revalorice y mande restaurar.
.
[Agradecemos al amigo Rubén Oliver el envío de estas fotos, para poder denunciar el estado de abandono en que se encuentran los restos del que fue principal templo medieval de Balaguer].
.
Salud y fraternidad.

domingo, 7 de diciembre de 2008

La puerta del destino, sin futuro...

Templo de San Miguel, s.XIII, Caltojar (Soria) [Fotos 31 de octubre de 2008].
.
El cierzo, la lluvia, el hielo, y la incuria humana, están acabando con la puerta norte del templo de San Miguel, en Caltojar (Soria). Una puerta, ahora sin destino ni futuro.
Esta portada, obra quizá de fines del s.XII, se desmorona lentamente. Hace mucho que fue tapiada, cuando la gran reforma del templo en el s.XVIII. Lo malo es que su abandono como lugar de paso, ha ido parejo a su abandono con elemento monumental.
.
Total, es una “vulgar” portada con sencillos capiteles de volutas, ésas que tanto abundan en los capiteles interiores y en las marcas de cantero de sus sillares. ¡Bah, una “simpleza” cisterciense! ¿A quién puede importar algo así? ¡Si al menos tuviese imágenes esculpidas!
La piedra se agrieta, estalla, salta en lascas, cae al suelo y es barrida. La culpa es del clima, dicen, y claro, como el clima no puede defenderse... Así se deshacen capiteles, columnas, pilastras y arquivoltas. ¡Qué clima tan malo...!
.
A quien corresponda. ¿Van a esperar que ese clima se cebe en otras partes del templo, antes de empezar a pensar en hacer algo? Por no haber puesto freno al deterioro de esta portada, ni cuando el “maldito clima” empezó a hacer de las suyas, ni cuando arreció en su destrucción, ni ahora que el remedio se hace difícil, vaya usted a picota y cepo, por tiempo indefinido, a ver si “el clima” obra en su piel los mismos efectos que en la piedra de Caltojar.
.
Salud y fraternidad.

jueves, 27 de noviembre de 2008

“¡Existir o no existir, ésta es la cuestión!”

El 17 de febrero de 2008 hacíamos una entrada, en este blog, referida a la futura resturación del templo de Nuestra Señora del Vallejo, en Alcozar (Soria). Ahora parece que la cosa avanza, lentamente, pero avanza. Se ha desescombrado lo caído, desmontado lo ruinoso, apuntalado lo poco que se mantiene en pie y acumulado los materiales aprovechables.
.
En el interior se elimina el material de relleno, para recuperar el nivel original del piso y sacar a la luz posibles elementos arquitectónicos enterrados.
.
En el exterior (lado oeste), se ha nivelado el terreno circundante. Ello ha permitido descubrir una serie de niveles cronológicos, desde la roca base. El muro norte, es en realidad una galería porticada de siete arcos, cegada en el s.XVII para añadir otra nave al templo.
.
Arco en el lado este, de la galería porticada, el único que permanece exento y nos da idea de su geometría original.
.
Emparedados dentro del muro, del s.XVII, permanecen los capiteles y columnas de la galería románica, con sus arcos.
.
La portada del templo, al menos una parte de ella, se encuentra en un edificio del pueblo. Bueno se encontraba, porque la casa a la que fue llevada en el s.XVII ha sido derriba. Hoy es un decorado vacío, ante un solar. ¿Tendrán el valor de reintegrarla al templo al que pertenece? ¿Sucumbirán, quienes tienen autoridad para reclamarla, ante los "derechos adquiridos" por los dueños del solar?
.
Como en tantos lugares, el cementerio anejo se obstina en pegarse al templo. Durante los últimos años nuevas tumbas han crecido a su sombra, ni siquiera el peligro de desplome ha disuadido, a los pertinaces familiares, de enterrar junto a los ruinosos muros del ábside.
.
Un interesante descubrimiento, ha sido el hallazgo de diversos enterramientos superpuestos, correspondientes a varias etapas, bajo el perímetro exterior de los muros del templo, en sus lados sur y oeste (faltan por excavar, el norte y la mayor parte del sur, el este quedará inédito pues lo ocupa el cementerio moderno).
.
En el estrato superior, se encuentra una acumulación de huesos, revueltos, que parece producto del vaciado de tumbas antiguas y la creación de una fosa común. Realizada quizá, al tiempo de reformar el templo en el s.XVII.
.
En el estrato inferior, sobre la roca base, se encuentran una serie de tumbas antropomorfas medievales, de adultos y niños, donde han aparecido esqueletos casi completos.
.
Al lado de las anteriores, hay diversas tumbas de lajas, también con restos óseos bastante bien conservados. Ambos tipos de enterramiento, parecen proceder del periodo románico.
.
¿Qué se pensará hacer con tales restos? ¿Dejarlos donde están y cubrirlos piadosamente de tierra y olvido, o habilitar algún tipo de estructura que permita su contemplación?
Las vacías cuencas, de esta anónima humanidad medieval, nos contemplan sin vernos pero parecen querer decirnos algo...
.
Estos reyes poderosos
que vemos por escripturas
ya pasadas,
en casos tristes, llorosos,
fueron sus buenas venturas
trastornadas:
así que no hay cosa fuerte;
que a papas y emperadores
y prelados
así los trata la muerte
como a los pobres pastores
de ganados.
(Jorge Manrique, A la muerte de su padre, s.XV).
.
A quien corresponda: ¿Nos obsequiará, una vez más, con la típica chapuza del "quiero y no puedo", propia de la estulticia política aunada con los turbios manejos económicos? O por el contrario, ¿tendrá "lo que hay que tener" y la restauración-reconstrucción devolverá, en la medida de lo posible, el pasado esplendor que tuvo este templo románico? ¿Tendremos la oportunidad de disfrutar de su galería porticada, restituida y liberada? ¿Primará en todo el trabajo el aspecto románico, o se preferirá el pastiche ecléctico? ¿Se incluirán elementos "de diseño", en metal, vidrio, y plásticos de última generación, o se respetarán los materiales originales?
Muchos son los interrogantes y los temores que nos acosan, al respecto, pero mientras llega el momento de la dolorosa realidad, nos abstendremos de enviarle a la picota por mor del beneficio de la duda. Aunque, por sus muchas y nefatsas actuaciones anteriores, no se lo merezca en absoluto.
.
Salud y fraternidad.