"¡A las altas torres altas
. de Medina de Pomar.
. Al aire azul de la almena,
. a ver si ya se ve el mar!
. ¡A las altas torres mi morena!"
. [Rafael Alberti, Poemas de Amor, 1967].
Un tibio agosto castellano, paseando por Medina de Pomar (Burgos), llegamos hasta la calle Juan de Ortega, número 3. Allí, tras un popular restaurante de la localidad, se enmascara la abandonada estructura de lo que parece ser un ruinoso y feo "bloque de pisos". Sin embargo...
El uno de junio de 1973, el Consejo de Ministros, declaró "Conjunto Histórico-Artístico de carácter Nacional" a la villa de Medina de Pomar. Desde ese momento, la tutela del conjunto queda bajo la protección del Estado, ejercida a través de Bellas Artes, lo que luego se transfiere a la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León. En 1997, su Consejería de Turismo, "por la magnífica labor a favor de la conservación del patrimonio fomento y mejora de la calidad turística", concedió a la villa, el Premio "C" de Turismo... Aunque alguien, debería haber hecho constar que allí no se conserva y fomenta por igual todo el patrimonio.
. Siguiendo nuestro errático vagar, llegamos a la esquina con la calle San Francisco, donde, adosada al citado restaurante, nos topamos con una vieja casuca, en cuyo ángulo destaca una ménsula gótica. ¿Qué hace allí ese soporte, que todavía aguanta restos de una nervadura, antiguo arranque de una bóveda? ¿Acaso hubo allí algún edificio monumental, hoy desaparecido?
La ciudad de Medina, fundada por mozárabes durante la repoblación, fue de realengo, con fueros propios desde 1147, hasta que Enrique II la entregó en señorío a Pedro Fernández I de Velasco (1335-1384). En esta próspera urbe, se materializó uno de los mejores ejemplos de convivencia, entre comunidades de las tres culturas medievales hispanas: cristianos, judíos y musulmanes. Por su actividad política, cultural y comercial, fue de tanta importancia en el desarrollo inicial del reino de Castilla que, aunque no constituía merindad propia, fue capital de las Merindades Castellanas, hasta 1560, en que dicho título pasó a Villarcayo.
. Cuando, intrigados, damos vuelta a la esquina... ¡Sorpresa! El "bloque de pisos", y la vieja casuca, nos muestran los despojos de su pasada grandeza. Grandes y pequeños arcos góticos, sillares y capiteles, nos susurran que allí hubo un portentoso edificio medieval: el Convento y templo de San Francisco.
Quiere una piadosa tradición, que el "poverello" Francisco de Asís, pasara por esta villa, hacia 1214, cuando atravesó los reinos hispanos, como peregrino a Compostela. Durante su estancia, fundaría en Medina un pequeño convento, que por la caridad y abnegación piadosa de sus frailes no tardó en crecer. Lo cierto es que, en 1233, el Convento de San Francisco, formaba parte de la Provincia Seráfica de Castilla, y así continuó hasta que, en 1514, se estableció la Provincia Franciscana de Burgos. En el Archivo Histórico de los Padres Franciscanos, encontramos numerosos testimonios del patronazgo que monarquía y nobleza ejercieron sobre esta importante casa, desde la confirmación de privilegios por el rey don Juan, en 1339, hasta la exención de impuestos de Fernando VI, en 1751.
. Tras sortear contenedores de basuras, coches aparcados, y saltar una tapia medio derruida, entramos en un solar lleno de maleza, que oposita a estercolero y paraíso de ratas. Desde allí contemplamos la parte trasera del "bloque de pisos", que en realidad es !parte de la alta nave del templo gótico franciscano! ¡Con sus contrafuertes, ménsulas, y una desfigurada ventana ojival!
La fama de los franciscanos medinenses atrajo vocaciones, y en 1313 don Sancho Sánchez de Velasco fundó, en la misma Medina, el Convento de Santa Clara -rama femenina franciscana-, haciendo de su templo panteón familiar. Los Velasco, patrocinaron a las monjas clarisas tanto como a los frailes franciscanos, lo mismo con bienes para el sustento, y labores de caridad, que con obras de arte para el culto. Los edificios se enriquecieron con ampliaciones en los ss.XVI y XVII. Y a pesar de sufrir la desamortización de Mendizábal, en 1836, la de Madoz, en 1855, y la guerra carlista (1872-76) que convirtió el convento en cuartel y hospital, obligando el traslado de las clarisas a Barruelo (Burgos), pasados estos trastornos las religiosas regresaron y restauraron el convento. Sin embargo, los franciscanos ya no volvieron, y su conventó se extravió en la ruina y el olvido...
. La parte trasera de la vieja casuca, que aprovecha restos de los edificios conventuales -quizá del claustro-, conserva la parte baja de la fachada sur del templo, con un vano ojival, pues su nave debía constar, al menos, de dos tramos más de los que hoy vemos.
El Convento de San Francisco, fue también un centro de singular importancia, espiritual e intelectual. Aquí residieron, el venerable fray Pedro Villacreces (1350-1422), erudito teólogo, y su discípulo el beato fray Lope de Salazar y Salinas (1393-1463), escritor místico. Ambos propagaron la reforma de su orden por la Provincia Franciscana de Burgos, fundando los conventos reformados que constituyeron la Custodia de Santa María de los Menores. Entre ellos, el de Nuestra Señora de los Lirios de Alveinte, en Monasterio de la Sierra (Burgos), sobre las ruinas de un abandonado Monasterio de la Orden del Temple. Al final de su vida, fray Lope, se retiró al convento franciscano de Medina, donde falleció y recibió sepultura.
. Tras desamortizaciones y guerras, el magnífico templo gótico del Convento de San Francisco, acabó parcelado como "casas de vecindad". Sus esbeltas ventanas ojivales, perdieron las primorosas tracerías y coloridas vidrieras, que se sustituyeron por prosaicos cierres de madera y tosco vidrio, con balcones de ruda forja..
Pedro Fernández II de Velasco (1399-1470), Primer Conde de Haro, el "Buen Conde de Haro", gran benefactor de los franciscanos y alto cargo del reino, en 1460 se retiró al Hospital de la Vera Cruz, que había fundado en Medina, para allí acabar sus días lejos de intrigas cortesanas. Aunque hubo de abandonar su retiro conventual, para mediar en el conflicto que enfrentó al rey castellano, Enrique IV, con su hermano Alfonso. Tras su mediación, el de Haro, regresó al convento franciscano, donde murió en 1470, y recibió sepultura con el hábito de la orden. Pariente del "Buen Conde", y protegido suyo, era el citado fray Lope de Salazar, problable autor de la obra Las confesiones y muchos ejemplos (BNM Ms.9535, olim. Bb. 161), propiedad del señor de Haro, realizado aquí en 1455, y que era copia del célebre Libro de Confesión de Medina de Pomar, obra anónima, escrita en el Convento Franciscano, entre los ss.XIII y XIV.
. Comidos por las zarzas y la maleza, tapiados y perdidos sus esculturados sarcófagos, restan dos arcosolios que guardaron las tumbas de algunos miembros de la familia Velasco, como protectores del Convento Franciscano. Si sus efigies funerarias eran tan exquisitas, como las conservadas en el Convento de Santa Clara, sólo nos queda exclamar: Sic transit gloria mundi...
El afamado Libro de Confesión de Medina de Pomar, es una summa confitendi, un manual para el desarrollo del sacramento de la penitencia. Al tratar de los pecados mortales, nos dice, referido al cuarto:
. "Del pecado de acidia: En este pecado hay tres ramos. El primero es tristeza e negligencia de bien obrar e de bien fazer. Esto es quando el omne, cae en enojo e en tristeza de coraçón para non fazer bien ninguno nin queriendo resçebir buen consejo. El segundo ramo es pereza de fazer otros bienes spirituales asý como limosnas, oraciones, yr a la yglesia e otras cosas semejantes. El tercer ramo que nasçe d'este pecado es desesperación. Esto es quando el omne está en pecado de negligencia e pereza, e piensa que sus fechos como fueron muchos e malos, de los quales nunca fizo enmienda nin penitençia, e pone dubda sy podrá salvarse".
. A quien corresponda: despierte de su "acidia", aleje de si al "Demonio Meridiano", y puesto que quien pudo no quiso, haga que, ahora, quien quiere pueda. Escarmiente en yerros pasados, de poderosos devorados por el tiempo, y busque ser mejor administrador de bienes culturales que ellos. Pero, si acaso está dominado por la "pereza de fazer y la negligencia en bien obrar", vaya a picota y cepo, a comer el duro pan de dolores y beber el agua amarga de la desesperación. Por los siglos de los siglos.
. Salud y fraternidad.
8 comentarios:
Justo y necesario es que los lugares con influencia en la historia de los pueblos tengan el trato que a su rango, corresponde.
Justo y necesario es también, se reconozca que este convento paso de las humildades franciscanas, a las humildades mundanas... justo me parece el pensar, que San Francisco descansa tranquilo al ver como ha mudado las funciones este templo, acogiendo no sólo a otros seres humanos, sino también a "parientes" de su hermano asno...
Justo y Necesario es que este transito se cautelado, para que no desaparezca lo que de aquellos gloriosos... y humildes días ha sobrevivido...
Buen trabajo el de ustedes, condenando a cepo a quienes corresponde, aún cuando me gustaría ver también algunas proposiciones de que hacer con lo que queda.
A los encargados de realizar tales tareas de rehabilitación, y reutilización, casi es mejor no darles ideas, que luego se creen que las han entendido y les sale lo que les sale...
Pero, cuando tanto "arquitecto-diseñador-post-moderno", va por ahí levantando estructuras que chirrían con el entorno histórico donde se encabezonan en meterlas con calzador, bueno sería que reutilizasen estos edificios antiguos, con el mínimo de "reinvención" restauradora, recuperando lo recuperable de su origen.
Utilidad no ha de faltar, desde escuelas taller de artesanía y oficios artísticos, hasta salas de exposiciones, teatros, o museos, hay toda una gama de empleos funcionales para tales monumentos. Pero, las autoridades “competentes” de cada lugar, deberían saber cuales son las necesidades de su entorno social, mucho mejor que nosotros, pobres aficionados al arte, la cultura y la belleza, y maniáticos profesionales de señalar con el dedo cuanto despropósito de este cariz se nos pone por delante.
Salud y fraternidad.
Es justo y necesario condenar a aquellos que postraron en la miserable ruina a un convento instalado el 5 de junio de 1306, cuando recibió de Fernando IV una merced de doscientos maravedíes. Ya en documentación franciscana de 1408, se relata cómo se encontraba en estado lamentable y que las limosnas no son suficientes para su reparación ni pese a las indulgencias del Papa de Avignon a quines colmaran sus emergencias. Pero es que, la clerencia medinesa veía en la instalación de los frailes una amenaza a sus derechos parroquiales exlusivo¨: los entierros. El pleito lo resolvió Juan, Obispo de Burgos, que anuló y revocó la costumbre que tenían los franciscanos de no dar a párroco la cuarta del funeral.
La lucha enconada entre clero secular y el regular por el lugar de la sepultura, sería el principo del fin. Luego... llegarían estos políticos.
Salud y románico
Tal vez interese conocer un hecho que me pasó ayer en Neila (Burgos) y su ermita de San Miguel Arcángel, convertida hoy día en una moderna Casa del Parque, aunque conservando todavía interesantes elementos románicos originales. Al trabar conservación con la muchacha que amablemente nos comentó acerca del pueblo, sus costumbres y su entorno, saqué a relucir precisamente el tema. La dije que me parecía una brutalidad hacer eso con estos monumentos patrimoniales, porque eso es lo que son. Ella lo entendió, desde luego, pero me comentó el drama: en el pueblo, pequeño, hay dos iglesias; una sobraba. Lógicamente ésta, que era la más antigua y la que peor estaba. La única solución para que se aportara presupuesto era precisamente ésta, convertirla en una moderna casa del parque donde recibir a los visitantes que, me consta, no son pocos. Me disgusta tener que decirlo, pero si la salvación de nuestro patrimonio histórico-artístico en muchos casos tiene que pasar por esto, lo prefiero a que se derruya, se convierta en solar y posteriormente se hagan colmenas en su lugar. Por cierto, ya pensaba que te habías olvidado de Medina de Pomar. Un abrazo
Hola. Me ha sorprendido gratamente este blog y alguno de los otros que lleva usted. Y me gustaría poder seguir leyendo y recomendando, las entradas que aquí aparezcan.
Gracias amables lectores, por vuestro interés.
Ahora tengo un poco parado el tema de los "blogs", por motivos profesionales, pero en cuanto tenga un ratillo libre os continuaré dando en que pensar...
Salud y fraternidad.
Me siento un privilegiado por lo que veo.Este edificio tiene tres plantas,de suelos de madera semi podridos ya,lo que nadie espera,es llegar al ultimo piso y encontrarse una enorme techumbre con unas gigantescas bóvedas de crucería que surcan de lado a lado la estancia y una enorme lámpara de hierro que cuelga del centro de la bóveda.El otro día tuve el placer de disfrutar esa imponente belleza por dentro,ya que los dueños del restaurante,desde el que se tiene acceso me condujeron a lo alto del edificio.Me encantaría poder enseñaros una fotografía de ello,porque hice varias,si me facilitáis una forma de enviarlas las envío y podéis colgarlas en el Blog. Algo tan maravilloso como lo que yo vi ahí dentro solo se puede sentir viéndolo en persona,pero unas fotos pueden ayudar a imaginárselo.
Gracias por su interés, amable lector. Desde luego nos encantaría tener esas fotos, que ha tenido el privilegio de poder realizar. Por correo aparte le enviamos una dirección de correo electrónico, donde las recibiremos gustosos y agradecidos.
Salud y fraternidad.
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