martes, 12 de enero de 2010

¿Picota “enrollada” o Rollo “empicotado”?

El castro arévaco, sito en la vía romana que une Segontia con Uxama, pasando por Termancia, se conoce desde el medievo como Retortillo, ahora apellidado “de Soria”. Fue una villa amurallada, de cuyo cerco restan algunos lienzos y dos de sus puertas. Del s.XIV es la “Puerta del Oeste”, popularmente conocida como “Arco de Abajo” o “Arco de Sollera”. Pasando bajo el arco, guarnecido por altas torres de flanqueo, con sus matacanes, se sube una larga calle que va a dar a su Plaza Mayor, en cuyo centro se alzaba la característica picota.
Al coronar la empinada cuesta y desembocar en la plaza, nos espera una sorpresa, en medio del espacio público se levanta ahora una “cosa”, que todavía hace a muchos retortillenses, o “aforrines”, encomendarse a Nuestra Señora del Prado, románica patrona de la villa, cada vez que se topan con el bulto...
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En el centro de la plaza se irguió, durante siglos, una picota o rollo jurisdiccional, hasta que, en 1931, el diputado de Izquierda Republicana, Artigas Arpón (1881-1950?) mandó sustituirlo por una “moderna” farola, elemento más progresista y práctico. Hace dos años, debido al renovado interés por la historia y monumentos del pasado, la farola se “transplantó” a los remozados lavaderos, para colocar en su lugar un “monumento conmemorativo” de la perdida picota.
Nos parece muy bien, el problema es que, el “presunto monumento”, se parece a una picota como un huevo a una castaña. Se trata de un conjunto pétreo, más adecuado para una rotonda cualquiera, donde tantos “monumentos” al absurdo se elevan, que para una plaza rural donde se pretende conmemorar algo concreto “y reconocible”. Aunque claro, “i-reconocible” si que es, tanto, que la juventud del lugar, desconociendo sus antecedentes, lo ha bautizado como “el mechero”.
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A quien corresponda: los “aforrines” no se merecían esta ofensa cultural, así que, por desvirtuar el recuerdo, amén de la estética ancestral, de picotas y rollos jurisdiccionales, con este “monumento” geométrico-engendroso, vaya usted a picota y cepo, hasta que el paso del tiempo derribe esa pesadilla conceptual. Pesadilla que habrá costado sus buenos euros, aunque mejor será no entrar en el cuánto, el quién, el cómo y el por qué...
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Salud y fraternidad.